martes, 29 de noviembre de 2016

El sol es amor, el sol es vida, ¡alabad al sol!

Lo primero que tengo que hacer, debido a que escribo esto siguiendo las preguntas estrictamente estipuladas por una dictadura opresora, es comparar el Himno al sol con el Canto a Inanna. Bien, la semejanza más notable es la que todo el mundo sabría ver, en las dos se alaba a una deidad, pero como única y mayor diferencia es que en esta nunca se le hacen peticiones al sol.


El sol es una fuente de vida natural, siempre está ahí para darnos luz e iluminar nuestra camino a través de las sombras, al menos durante el día, por lo que no fue de extrañar que muchas religiones lo tomaran como algo bueno, una fuerza suprema del bien que ayuda a los creyentes, y terminaran por endiosar a aquella bola de gas gigante inanimada. Pero ninguna creencia en un poder superior puede considerarse avanzada, pues la adoración no es propio de seres propiamente racionales, pero se puede comprender la al sol sol, pues es el que mantiene viva y caliente la tierra.

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