miércoles, 22 de febrero de 2017

La naturaleza del ser humano

¿Cual es la naturaleza del ser humano? difícil pregunta si te paras a pensarlo. Describir la naturaleza humana puede llegar a ser muy complicado, pues si aun no hemos llegado a descubrir ni una mínima parte de nuestro cerebro es improbable que una respuesta como esa pueda ser contestada en la actualidad.

El ser humano siempre va a verse influido por la sociedad en la que vive, y si nos paramos a repasar la historia puede que esta sea la razón de que sea considerado "malo". Pero, si soltáramos a una persona en un mundo salvaje, a falta de una palabra mejor, sin compañía de otro humano y la dejáramos al margen de la sociedad, puede que su instinto animal predominara, pero la curiosidad que nos define siempre estaría ahí: como un niño, podría hacer daño, comportándose incluso mezquinamente, pero él no lo consideraría como tal.

Por esto digo, tal y como yo lo veo, que actualmente no podemos determinar algo tan complejo, pues el número de factores que influyen en dicha cuestión son demasiado variados. Sería como intentar establecer el bien y el mal, términos tan ambiguos y relativos que incluso duele cuando algo dice, únicamente porque su sociedad lo ha criado así o él cree que es lo verdadero, que algo es bueno o malo.

domingo, 12 de febrero de 2017

Frankestein; no es el monstruo, sino el apellido del doctor que lo crea

Y aquí voy con otra entrada de última hora, pues las amenazas de la profesora asustaron demasiado como para no ponerse a trabajar; aunque hacerlo bajo presión nunca es bueno.

Esta es otra entrada sobre un fragmente de una novela conocida, la cual obviamente leímos en clase. Esta es una novela que nos hace reflexionar sobre la apariencia, como juzgamos a las personas solo por como se ven y como dejamos a un lado lo que de verdad importa: El interior, también llamado personalidad o sentimientos. Todos los que llegan al ver al monstruo tienen miedo de él, aunque en ningún momento los ataque o haga algo verdaderamente mezquino, pues al ser algo desconocido y extraño a sus ojos, ya es automáticamente malo y peligroso. 

El monstruo de Frankestein, nombre más apropiado, se nos presenta como un ser inocente, curioso, inteligente y cariñoso; pues el no alberga mal en su corazón. Sin embargo, siempre es perseguido y dañado, lo que provoca que al final, como cabría esperar de alguien que es incapaz de vivir en paz, decide suicidarse.

Sí, la autora por medio de esta historia nos muestra como es el mundo, un lugar oscuro y lleno de prejuicios. Bueno, eso es todo, adiós.

Fausto

Voy a hablar sobre el fragmento de una novela que comentamos en clase, pues estoy obligado a hacerlo para no suspender y todo eso que preocupa a los estudiantes. Se nos plantea la historia de un hombre que apenas disfrutó de su propia vida, arrepentido, por así decirlo, de la su existencia en este mundo, inconforme con lo que fue su día a día. Entonces, sin previo aviso, aquel considerado como el demonio aparece, bajo la inusual forma de un perro, y le concede la vida eterna a cambio de su alma, trato al que él, inconsciente de las consecuencias y obligado a actuar así por el bien de la trama, acepta sin demasiados reparos: consecuentemente, en el buen sentido esta vez, le convierte en un hombre de infinita belleza, pero, para su desgracia, proporcional a su arrogancia.

Lo que Goethe, autor de esta obra, quiere decirnos es lo que todo el mundo puede prever: que disfrutemos de la vida porque solo hay una, sino la disfrutamos al final de nuestros día nos arrepentiremos.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Oscar Wilde y la estética literaria

En el prefacio de la conocida novela "El retrato de Dorian Gray", Oscar Wilde aborda el tema de las diferentes posturas en cuanto a la literatura. El defendía que las novelas debían ser juzgadas únicamente por si estaban bien o mal escritas, rechazando abiertamente la idea de que fueran criticadas por su valor político o moral.

Oscar Wilde tenía una visión muy clara, podríamos decir incluso que sería imposible hacerle cambiar de parecer. Si bien una novela horriblemente escrita alejaría a la mayoría de lectores, es ciertamente improbable que la calidad literaria pudiera opacar una mala historia o un mensaje claramente indecente o, entrando en temas más sociales, políticamente incorrecto. Lo ideal sería poseer una visión neutra, conseguir hallar una simbiosis entre las dos ideas, pues es bien sabido que todo extremo puede ser perjudicial. El Quijote, por poner una novela conocida, sería el máximo exponencial de esta simbiosis, ya que Cervantes cuenta una fascinante historia llena de conflictos personales y personajes carismáticos y profundos, además de estar excelentemente escrito y narrado de manera magistral.

Y, bueno, eso es todo lo que quería mencionar. Larga vida y prosperidad.