Ahora voy hablaros de Emily Dickinson, (me abstendré de hacer broma alguna con su apellido) que fue una poetisa estadounidense que pasó la mayor parte de su vida encerrada en una habitación; apartada del mundo.
En los poemas de dicha autora podíamos ver tema como la bondad y la belleza, estos tenían gran importancia y podía encontrarse una obvia, tal vez no tanto, relación entre sí. La belleza podríamos compararla con la verdad, pues ambas son una manifestación de aquel termino tan ambiguo llamado bien. Y la bondad, bueno, la bondad era aquello que le daba sentido a la efímera vida humana; tema, a su vez, principal en las obras que escribía.